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    Glicación: qué es y cómo combatirla

    La glicación en el proceso de envejecimiento

    El envejecimiento de la piel es un proceso complejo en el que están implicados diferentes factores. Hay dos procesos fundamentales implicados directamente en el envejecimiento de la piel:

    – La glicación: proceso que favorece el envejecimiento de la piel a través de la degradación tisular.
    – La oxidación produce una degeneración celular.

    Qué es la glicación

    La glicosilación o glicación es una reacción no enzimática producida entre azúcares reductores como la glucosa y ribosa con grupos aminoácidos de una proteína. El resultado es un entrecruzamiento de dicha proteína perdiendo sus propiedades estructurales, la proteína se va deshidratando, degenerando y termina dañando la célula estimulando la apoptosis (muerte celular).

    A nivel de la piel, la reacción es lenta y es una reacción espontánea de la glucosa sanguínea con las fibras dérmicas de colágeno y elastina. Dentro y fuera de la célula se produce una acumulación de los productos resultantes de la glicación, se unen a proteínas circulantes y estructurales (colágeno y elastina). Es precisamente su unión a las proteínas estructurales las implicadas en el envejecimiento cutáneo haciéndole perder sus propiedades biológicas.

    Químicamente, la glicación consiste en la unión de grupos amino primarios de aminoácidos, péptidos y proteínas con el grupo carbonilo de los azúcares reductores, de los cuales la glucosa es el más abundante en el organismo. Por tanto a mayor hiperglucemia se produce una mayor reacción.

    ¿Qué puedo hacer para reducir sus efectos?

    Para intentar aminorar los efectos negativos de este fenómeno sobre la piel, debemos comenzar por disminuir a nivel sistémico la cantidad de azúcares que puedan reaccionar con las proteínas.

    Luchar contra la glicación es muy fácil si nos prestamos atención y cuidamos la alimentación. Para evitar este fenómeno y sus indeseables efectos, apuesta más por las cocciones al vapor o lentas y a fuego bajo. Olvídate de las parrilladas, las cocciones a partir de 180 grados y las salsas preparadas llenas de grasa. Consume alimentos crudos, como frutas y verduras que están llenas de antioxidantes. Éstos últimos ayudan al organismo a no producir proteínas glicosiladas. Evidentemente, disminuye o incluso elimina el consumo de dulces, pasteles y azúcares rápidos en general. En resumen, sigue una alimentación básica, no hay alimentos mejores que otros, sino la manera de consumirlos, que les aporta unas propiedades u otras.

    Espero os haya gustado esta breve introducción de este tema tan importante, un abrazo, y ya sabéis para cualquier consulta no dudéis en poneros en contacto con nosotros.